Retomemos como tema central las situaciones que se ven o se viven en ANHIDA habitualmente. Un caso bastante típico es encontrarse con familias a las que les gustaría cambiar conductas de sus hijas o hijos, estas situaciones pueden ir desde “no hace la cama” hasta “es que no es capaz de comer sentado aunque se lo digamos mil veces”, pasando por un “cada vez que se le dice que no o se le lleva la contraría nos insulta y rompe cosas”.
Este tipo de conductas que en unas familias pueden dificultar mucho la convivencia o generar roces en otras casas pueden verse más normalizadas (una hija de un papá con TDAH que necesita levantarse de la mesa cada 6 bocados tal vez no sea el mayor de los problemas en esa casa) y por tanto no ser importantes, es por eso que te pido que hagas lo siguiente.
Ahora tómate un tiempo y piensa en esa conducta que te gustaría que tu hija o hijo cambiase. Cuando la tengas presente en tu cabeza pasamos al siguiente punto.
El ejercicio
Vale, quiero que recoja el baño cuando acabe de ducharse y cómo ya vi en la escuela de familias sé que hay varias técnicas de modificación de conducta que puedo aplicarle para aumentar la probabilidad de que recoja el baño.
- Puedo hacerle un refuerzo positivo en forma de elogio a su esfuerzo cuando recoja el baño después de ducharse.
- Puedo hacer un refuerzo por aproximamiento y reforzar pequeños pasos que va cumpliendo (echar la ropa sucia al cesto, aunque no colgase la toalla en su sitio) y se aproximan al resultado final deseado.
- Puedo aplicar un refuerzo negativo y premiar que haya recogido el baño evitando que tenga que hacer otra tarea desagradable para él o ella como por ejemplo recoger el lavavajillas.
Aplicar todos estos tipos de refuerzos ayudarán a aumentar la probabilidad de que repita la conducta de recoger el baño.
¿Pero sabes qué?
Es muy probable que en el camino hacia esa nueva conducta deseada haya días en los que fracase y no lo recoja, por el motivo que sea, pero hoy no voy a entrar en eso.
Y cuando después de varios días de éxitos aparecen dos fracasos consecutivos ¿qué suele aparecer por nuestras cabezas de padres o madres?
Ya estamos con las mismas otra vez, es que parece que no hay manera, y yo aquí haciendo el tonto reforzando que eche la ropa sucia en el cesto de lavar …
Aquí viene mi reflexión de hoy
A la hora de estudiar por ejemplo solemos insistir en que la importancia está en esforzarse y dedicarle un tiempo todos los días, en que cuando algo no nos sale si practicamos mucho lo acabaremos logrando …
Pero como adultos somos los primeros en ceder en esa constancia: nos apuntamos al gimnasio o nos proponemos hacer deporte, pero acabamos abandonando porque es cansado, pensamos que estaría bien aprender un idioma pero es mucho esfuerzo, tendría que ir a ver más a mi madre que sé que le gusta pero es que no encuentro el tiempo, debería de reforzar más a mi hijo o hija para ayudarle a cambiar ciertas cosas pero es que parece que no pone de su parte …
La modificación de conducta requiere, sin lugar a dudas de mucha constancia y de tener claro que vamos a tener muchos avances, pero también pasos hacia atrás, por eso es tan importante tener siempre presentes de que punto hemos partido y que es lo que hemos alcanzado con nuestro esfuerzo, pero eso, lo dejo para otra entrada en el blog.
Juan Ramos
Psicólogo.