En ocasiones, cuando escuchamos hablar de habilidades sociales podemos llegar a imaginarnos que estas se basan en conductas como saludar, mantener una conversación con alguien, dar las gracias o conseguir hacer amigos.

Sin embargo, Goldstein en el año 1989 las definió como un conjunto de habilidades y capacidades distintas y específicas para las relaciones interpersonales saludables, la resolución de problemas o los conflictos a nivel emocional.

habilidades sociales y TDAH

En su descripción completa nos quedamos con seis bloques que representan las totalidad de las habilidades sociales y en las que, sin duda, podemos ver bastantes en las que los niños y niñas con TDAH suelen presentar dificultades..

  • Habilidades sociales básicas como pueden ser iniciar una conversación y mantenerla, ser capaz de escuchar al otro, interaccionar con los demás o aceptar cumplidos.
  • Habilidades sociales avanzadas: capacidad de convencer, seguir instrucciones, ser capaz de pedir disculpas o respetar los principios socialmente establecidos
  • Habilidades relacionadas con los sentimientos: manejar el enfado, capacidad para expresar los sentimientos, comprender las emociones de los demás o ser capaz de autocontrolarse.
  • Habilidades alternativas a la agresión como la capacidad de compartir con los demás, saber negociar, defender los derechos propios y de los demás o no involucrarse en problemas.
  • Habilidades para hacer frente al estrés como manejar la vergüenza, saber responder ante una queja, tomar decisiones propias ante la presión de otros o manejar el fracaso.
  • Habilidades de planificación como establecer y cumplir objetivos, marcarse metas realistas, tomar decisiones eficaces o saber planificarse.

Estas habilidades sociales en el caso de las personas con TDAH no suelen estar al nivel esperado.

Esto puede ser debido a que algunas de estas habilidades sociales necesitan una buena capacidad de respuesta inhibitoria, control emocional, planificación u organización (funciones ejecutivas que en el TDAH están afectadas).

Las habilidades sociales no son innatas y se van aprendiendo a lo largo de la vida, así que que para poder desarrollarlas plenamente necesitamos a gente que nos sirva de modelo para adquirirlas y tener acceso a diferentes situaciones y contextos de modo que podamos ponerlas en práctica.