“Ya madurará”

Esta frase que te acabo de presentar es una de las que más se escucha en ANHIDA por parte de las madres y padres primerizos, esos que aún estáis en momento de descubrir cosas sobre el TDAH, esos que aún no tenéis claro que esto es una carrera de fondo, que es algo con lo que van a convivir toda su vida.

Hagamos primero un pequeño análisis de la frase ya que como en todo en esta vida hay una parte de razón en ella, aunque quizás no exactamente la que más os gustaría.

Si nos referimos a “madurar como persona” generalmente hacemos referencia a evolucionar y ser autónomo a nivel personal, teniendo la capacidad de autorregularse y adaptarse al entorno de manera saludable.

¿Entonces me estás diciendo que un TDAH no madura?

Pues claro que hay una evolución y, en la mayoría de los casos se llega a ser autónomo a nivel personal: acabar estudios, encontrar trabajo, tener pareja e incluso formar una bonita familia.

Pero generalmente esa frase de “ya madurará” se emplea como “patapum parriba” (permítaseme la metáfora futbolística), es decir, esto que ahora nos supone un problema si simplemente dejamos que pase el tiempo acabará desapareciendo y, como a estas alturas de artículo ya podrás suponer, no funciona exactamente así.

El tener TDAH hace que tengamos una serie de dificultades relacionadas con las funciones ejecutivas, dificultades que lamentablemente se ven afectadas en casi todos los ámbitos de la vida porque continuamente les estamos dando uso.

Esas dificultades que hoy ves en tu hijo o hija es muy probable que si quedan sin trabajar se sigan manifestando el día de mañana, con mayor o menor intensidad, pero ahí estarán y ese niño o niña se irá haciendo mayor sin haber adquirido estrategias de como gestionar esas situaciones que probablemente le causen malestar o incluso rechazo dentro de su grupo de iguales o con las figuras de autoridad.

Por otro lado, la cuestión no es unícamente “arreglar” al niño o niña, esto también va de trabajar con la familia, de entender qué es el trastorno y cómo afecta en el día a día.

Esto va de aprender que pequeñas cosas podemos hacer en casa para que la convivencia sea mejor y tenga un ambiente seguro en el que ir probando todas esas estrategias compensatorias que va adquiriendo en sesión.

Así que, si me permites la recomendación, empieza a trabajar sobre lo que está bajo tu control que, principalmente eres tú, ese papá o mamá que ahora estás leyendo esto y no dejes todo en manos de esta famosa frase “ya madurará”

Juan Ramos

Psicólogo