Me gustaría hacer unas cuantas reflexiones sobre este tema y aprovechar para dar unas cuantas pautas dirigidas tanto a las familias como a todas esas personas que por hobby o profesión se dedican a entrenar menores en cualquier deporte.
Durante las últimas semanas he impartido una formación sobre TDAH para entrenadores de hockey sobre patines y veo que las principales dudas o “problemas” son compartidas con las que me encontré en formaciones a entrenadores de fútbol o de baloncesto, así que aprovecho para plasmarlas en este artículo.
Empecemos con los mitos.
A las personas con TDAH se les da bien el deporte: Pues esto no tiene porque ser así, al hablar de deportistas y TDAH igual se te viene a la cabeza Usain Bolt, Michael Phelps o Simone Biles, los cuales en alguna ocasión han hablado abiertamente de su TDAH. Pero según algunos estudios como el realizado por Piek, Pitcher y Hay (1999), más del 50% de los menores diagnosticados con TDAH pueden tener problemas motores. Estos datos también concuerdan con un estudio realizado por Kadesjo y Gillberg (2001) donde encontraron trastornos de la coordinación motora en un 47% de los escolares con TDAH. Así que se puede ser TDAH y descordinado, lo que dificulta la práctica deportiva.
Las personas con TDAH son mejores en deportes individuales: No tiene porque ser así, pueden destacar también en deportes de equipo, Michael Jordan es un claro ejemplo de esto, sin embargo, sí que es cierto que si soy torpe y descordinado es probable que si hago un deporte de equipo el resto de integrantes puede acabar deteriorando mi autoestima con sus comentarios sobre mi falta de habilidades para dicho deporte.
Pautas para familias con menores que quieren practicar deportes.
Permíteles elegir el deporte que les llame la atención: Seguramente te gustaría más que practicase otro deporte que a ti también te guste o te llame la atención, pero si buscamos adherencia por su parte lo mejor es que se involucre en el proceso de decisión.
Permíteles equivocarse o cambiar: En ocasiones prueban el deporte, pasa un tiempo y por lo que sea quieren cambiarse, trata de permitírselo, no todos acertamos con aquello que nos gusta a la primera. Piensa que lo importante es generar un hábito que se mantenga en el tiempo y pueda acceder a todos los beneficios que el deporte le va a dar.
Permítele no competir: Puede ser que le guste el deporte, le guste entrenar pero no quiera competir, dale su tiempo, ya llegará el momento en el que se vea preparado. Si tratas de forzar la situación para que compita sí o sí es muy probable que abandone el deporte y no le apetezca demasiado volver ni a ese ni a otros.
Pautas para entrenadores de menores con TDAH
Esto realmente daría para un artículo entero por su extensión, pero voy a hacer un decálogo de cosas muy sencillas que se pueden realizar y más adelante trataré de profundizar en el tema en algún que otro artículo.
- Utiliza siempre que puedas el refuerzo positivo, es decir, hazle saber aquellas cosas que hace bien
- Cuando son pequeños tienen una muy mala gestión del tiempo y seguro que están preguntando a cada poco cuando es la pachanga, tener en un lugar visible una especie de cartel en el que se vea que ejercicios hay que hacer cada día puede resultar de mucha ayuda.
- Trata de dar órdenes claras y concisas a la hora de explicar los ejercicios
- Evita dar muchas órdenes seguidas ya que es probable que no las retengan en su memoria.
- Antes de explicar un ejercicio trata de reunir a todo el grupo, cuando están por ahí despistados suele funcionar muy bien hacer un corrillo en cunclillas con los que tienes cerca y empezar a hablar en bajito, verás como poco a poco se van incorporando.
- Después de explicar el ejercicio realiza una “verificación”, es decir, asegúrate que se han enterado de lo que hay que hacer, para ello puedes realizar preguntas del tipo “¿si toco el silbato que hay que hacer?”, “¿cuándo pase la pelota que tendré que hacer después?” …
- Para el trabajo por parejas o por grupos evita poner a los buenos con los buenos y los malos con los malos, junta a los que más ayuda necesitan con aquellos que son más capaces de prestar ayuda.
- Cuando se enfaden y se separen de los demás dales un tiempo y después acércate a ellos tratando de empatizar: “veo que eso que ha pasado te ha enfadado mucho, ¿Quieres hablar sobre ello?”
- A la hora de hacer ejercicios que tengan muchas postas o movimientos diferentes ponlos por el medio o hacia el final, eso le ayudará a ir interiorizando el recorrido.
- Habla con ellos al terminar el entrenamiento y utiliza la técnica sándwich y envuelve entre dos comentarios positivos algo de deban mejorar, por ejemplo: “estoy muy orgulloso de ti porque has entrenado a tope, hay que mejorar un poco más los tiros a portería pero los pases de hoy han ido perfectos tanto en fuerza como en dirección”.
Juan Ramos
Psicólogo