El papel del ejercicio físico ha cobrado una relevancia cada vez mayor. Además de los
conocidos beneficios para la salud, numerosos estudios han señalado la estrecha relación
entre el ejercicio físico y el rendimiento académico.

Esta conexión ha despertado un gran interés en el ámbito educativo, ya que entender cómo
el ejercicio afecta al rendimiento académico puede tener implicaciones significativas en el
diseño de programas educativos y en la promoción de un estilo de vida saludable en el
alumnado.

Beneficios del ejercicio físico

El ejercicio físico no solo fortalece el cuerpo, sino que también beneficia al cerebro.

El ejercicio estimula la liberación de neurotransmisores y factores de crecimiento que promueven el desarrollo, lo que a su vez mejora el funcionamiento cognitivo. Estos beneficios pueden traducirse en una mejora en el rendimiento académico.

Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés.

Un estado de ánimo positivo y una menor carga de estrés pueden tener un impacto favorable en el rendimiento académico, ya que el alumnado se sentirá más motivado y capaz de hacer frente a diferentes problemáticas o desafíos.

Aumento de la concentración y de la memoria.

El realizar pausas para hacer ejercicio físico durante el tiempo de estudio, puede provocar un aumento progresivo de la concentración, y por lo tanto, también puede incrementar la productividad del alumnado.

Promoción de hábitos saludables y disciplina

Establecer una rutina de ejercicio implica disciplina, organización y compromiso, cualidades que también son fundamentales para un buen rendimiento académico. Al integrar el ejercicio en la vida diaria de los estudiantes, se les enseña la importancia de la autorregulación, la perseverancia y el establecimiento de metas.

Recomendaciones para aprovechar los beneficios de la actividad física

  • Promover la participación en deportes, ya sean individuales o colectivos
  • Estimular la práctica de ejercicio físico fuera del horario escolar
  • Fomentar una buena organización y planificación de los deberes y tareas diarias, además de no excederse con las horas que se le dediquen al ejercicio, para así lograr buenos resultados en ambos aspectos

Conclusión

La relación entre el ejercicio físico y el rendimiento académico es indiscutible. El ejercicio no solo mejora la salud física del alumnado, sino que también tiene efectos positivos en su estado de ánimo y disciplina.

Es fundamental que los entornos educativos reconozcan la importancia de incorporar la actividad física en la vida del alumnado y fomentar un enfoque integral que combine el ejercicio con el aprendizaje. Al hacerlo, se puede optimizar el rendimiento académico y promover un estilo de vida saludable y equilibrado entre el alumnado.

Yaiza González
Pedagoga