Después de siete años al frente de ANHIDACORUÑA y haber escuchado a más de 3000 familias, puedo decir que sigo creyendo en el coraje y la fuerza de las madres de los chicos con TDAH y con TND que tenemos en nuestra asociación. Mujeres trabajadoras incansables que merecen la dedicación, ¡no de uno!, sino de los 365 días del año y con un afán de superación del día a día, que es difícil de entender por la sociedad en general.

Hace unos días, la familia de un chico muy especial se acercó a mi despacho para pedir ayuda con su hijo, tal como hacen todas las familias que conocen nuestra existencia y creen que podemos echarles una mano en los problemas que la administración y profesionales privados no les resuelven.

Se trataba de uno de los casos más graves que he escuchado en los años que llevo al frente de esta asociación.

Venían con su diagnostico en la mano y después de haber dado muchas vueltas, su pregunta era la de todos y la de siempre:

¿Y ahora qué hacemos…?

Tal como les sucede a todas las familias que sus hijos son diagnosticados con este Trastorno.

Muchas de estas familias, intentan resistirse a medicar a sus hijos, según normalmente les recomiendan los especialistas médicos, y buscan en nosotros, esa ayuda Psicopedagógica antes de entrar en medicaciones. Con cariño, siempre les explico que nosotros les intentaremos ayudar, pero que nunca opinaremos si a su hijo le hace falta la medicación o no.

Esta reacción es inevitable. Todos han teniendo superar el trance de un diagnostico de enfermedad mental y no entienden cómo enfrentarse a una educación diferente para este hijo.

Si ser padres es difícil, ser padres de chicos con TDAH es para nota alta.

Después de que nazca este niño, nada volverá a ser igual en esa casa. Las normas sociales con las que se acostumbra a convivir tienen que ser modificadas. Todo cambia; les afectan cosas diferentes, se sienten observados, como si siempre estuviera alguien examinándoles de ser padres.

Después de tantos años, he podido constatar que en un porcentaje muy alto, son las madres las que capitanean el barco para sacar adelante a su hijo con TDAH.

Es esa madre especial la que busca información, la que intenta aprender cómo ayudar a su hijo, la que intenta aprender a ser maestra, terapeuta, enfermera…. Cuando nació su hijo, ella estaba dispuesta a ser simplemente madre pero, las dificultades en la convivencia familiar le han mostrado que tiene que admitir que necesita ayuda de profesionales externos que le ayuden a tener un futuro feliz. No es nada fácil, tiene que permitir que un extraño evalúe y además, de instrucciones de lo que es correcto para poder educar a su hijo.

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Estas madres, se sienten presionadas y evaluadas por todo el entorno social, escolar y familiar. En los centros educativos son juzgadas por profesores y otras madres de compañeros de su hijo. Se sienten solas cuando van a reuniones de padres y no se atreven a preguntar porque las otras madres hablan de objetivos académicos y ella preguntaría por la metodología de la evaluación de un chico especial, diferente y… ¡no se atreve!

Tampoco podemos hablar sólo de aspectos negativos. No todo es tan malo. Estas madres tienen importantes satisfacciones que muchas otras no saben apreciar. Valoran todos los pequeños objetivos alcanzados con sus chicos y acuden a la asociación junto con otras madres para que les ayudemos a aceptar y entender las diferencias de sus hijos. Aprenden que ser diferente no es tan malo si aprendemos a convivir con ello. Aprenden que hay que ser realistas, que hay que plantear objetivos alcanzables y que no hay nada peor para su hijo que las comparaciones. El principal objetivo que les plantamos desde ANHIDACORUÑA es que intentaremos poner todos los medios posibles, con profesionales y terapias, dirigidos a que ellas y sus hijos puedan ser felices.

Gracias a todas las madres con chicos con TDAH por ser tan especiales

Un saludo