En este artículo os traigo una serie de consejos para establecer una rutina de estudio en casa y ¡no morir en el intento!

Crear un espacio destinado únicamente al estudio (o deberes)

Fijad un lugar específico solo para estudiar o hacer tareas académicas. Es preferible que sea un
espacio tranquilo y bien iluminado, ya que así evitaremos que se distraigan (más).

Establecer un horario

El hábito es clave para que esa rutina aparezca, y aunque al principio cueste, todo es cuestión de
llevarlo a cabo. Considerad las actividades que realicen fuera de casa, y de ahí estableced las horas
que mejor se adapten a vuestro hijo para que estudie, haga los deberes…

Incluir descansos

Tened en cuenta que fijar tiempos de descanso regulares y cortos (5-10 minutos) evitará el
cansancio y les ayudará a que su concentración no disminuya en exceso.

Definir objetivos realistas, medibles y alcanzables

Ayudadles a que se establezcan metas que puedan lograr para cada sesión de estudio. Es más,
podéis separar las tareas en pasos más pequeños y fáciles de manejar para que les sea más ameno.

Priorizar tareas

Aquí es importante que sepan separar lo urgente de lo importante, para así poder gestionar su
tiempo de manera óptima (lo urgente siempre tendrá que resolverse antes que lo importante).

Limitar distracciones

A no ser que necesiten el ordenador o el móvil para hacer los deberes o ver los temas que le entran
en el examen, es preferible que estos permanezcan fuera de su alcance, o que por lo menos estén
en “modo no molestar” para evitar en la medida de lo posible la tentación de ver sus redes sociales y
perder el foco de atención. También es preferible que se encuentren en una habitación donde no
haya o se escuche ruido de fondo (aunque sabemos que esto muchas veces es impredecible e
imposible de controlar, como cuando hay obras en la calle).

Gestión del tiempo

Enseñarles a planificar y organizar sus tareas según los plazos de entrega puede evitarnos muchos
quebraderos de cabeza. Para ello podemos utilizar calendarios, planificadores e incluso aplicaciones
que nos ayuden en la gestión del tiempo.

Recordad que es importante adaptar estas sugerencias según las necesidades y
preferencias individuales de cada persona. Además, el apoyo y la comunicación son clave para
asegurar que estén comprometidos y se sientan respaldados en su proceso de aprendizaje.

Yaiza González Simón

Pedagoga