La situación actual provocada por el COVID-19 (24 horas del día en nuestros hogares) nos está permitiendo disfrutar más de nuestras familias, pero también es común que haya momentos en que nuestro estado de ánimo flojee y nos notemos un poco más “bajos” o más “crispados”. Pueden aparecer algunas situaciones de tensión o estrés que generen un ambiente más negativo y hagan encender la chispa…
El mecanismo que regula los estados emocionales falla en el TDAH (de nuevo aquí señalamos como culpables a las famosas funciones ejecutivas). Es común que existan dificultades para manejar de forma efectiva los estados emocionales. En general las personas con TDAH viven con mayor intensidad y durante más tiempo sus emociones. Además, existe una baja tolerancia a la frustración que puede fomentar la aparición de estados de enfado o ira.
La ira es una emoción que aparece cuando nos vemos sometidos a situaciones que nos generan frustración o que nos resultan aversivas. Las dificultades en la regulación de las emociones, la impulsividad y la baja tolerancia a la frustración, comunes en el TDAH, son la combinación perfecta para que aparezca una explosión de ira, lo que comúnmente llamamos “perder los papeles” (expresar la ira de forma violenta bien sea verbal o físicamente contra objetos u otras personas).
Os recordamos a continuación una serie de orientaciones (que os pueden resultar útiles estos días) para gestionar de una manera adecuada una explosión de ira en los chicos y chicas con TDAH:
ANTES DE HABLAR, ESPERAR
Es importante que mantengas la calma. Ser modelos de calma hará que la situación se vuelva menos aversiva y que la ira baje con más facilidad. Intenta no hacer comentarios o gestos que puedan hacer crecer a su enfado y espera para resolver el conflicto hasta que la otra persona se encuentre preparada (calmada).
CÉNTRATE EN LA CONDUCTA, NO EN ÉL O ELLA
Si ha perdido los papeles y queremos razonar con él sobre lo que ha ocurrido es importante que nos centremos en lo que ha hecho. Para su autoestima y su autoconcepto no es lo mismo que digamos “¡ya estás otra vez igual! ¡Eres malísimo!” que “está mal pegar a las puertas”. Usemos el verbo estar en vez del verbo ser.
AVERIGUA LAS CAUSAS DE LA IRA
Es esencial empatizar con su situación y con su estado emocional, ya que eso le ayudará a manejar de forma más efectiva lo que siente en ese momento y a gestionar sus emociones mejor en un futuro. Escuchémosle. Es importante hacerle preguntas sobre cómo se siente y no solamente sobre la situación que ha vivido: veo que estás molesto… ¿cómo te sientes?, ¿quieres contarme qué te ha pasado?, ¿qué es lo que te ha enfadado? ¿cómo te has sentido cuando pasó eso?.
NOS ENFOCAMOS EN EL FUTURO
Si reflexionamos sobre lo que ha pasado y lo que ha sentido y buscamos opciones y diferentes alternativas sobre qué hacer en el futuro si vuelve a pasar es más probable que si esa situación se repite pueda gestionarla de una forma más efectiva.
Esperamos que estas orientaciones os sirvan de utilidad y que estos días, aunque existan momentos de tensión y estrés, haya muchos más de momentos de calidad en familia llenos de emociones que nos hacen sentir bien.